
¿Cómo controlar eficientemente la gestión de stock de tu almacén?
La gestión de stock es uno de los puntos más importantes a la hora de garantizar la eficiencia de un almacén y, por tanto, de los distintos momentos de la cadena de suministros. Sin embargo, la forma en que se lleve a cabo esta tarea determina el éxito que se pueda tener en el funcionamiento de una empresa. Por eso, a continuación, vamos a ver cómo controlar de manera eficiente la gestión de stock de tu almacén.
Importancia del control de stock
Lo primero que debemos hacer es definir de qué hablamos cuando hablamos de control de stock. El control de stock es uno de los factores más importantes en cualquier comercio, independientemente del sector al que este se dedique. Tanto en las empresas grandes como pequeñas, un buen control de stock es muy importante.
Esto se debe especialmente a que es lo que permite conocer el nivel de inventario que se tiene de cada producto, monitoreando su desarrollo y su traslado. Es esto lo que hace que sea tan necesario tener un exhaustivo control y planificación de las mercancías y de cómo estas ingresan, salen y se mueven. Un error que se suele cometer es el de considerar que la gestión de stock es algo sencillo que no requiere de un trabajo especializado. Pero esto no es cierto. Teniendo un buen control de stock es posible ajustar tanto los tiempos de trabajo como el rendimiento, a la vez que controlar el flujo de las mercancías para satisfacer las necesidades de los clientes.
Partiendo de este punto, se puede decir que la gestión de stock persigue diferentes objetivos. Uno de los primeros está vinculado a establecer un inventario suficiente para evitar la falta de suministros en un depósito. También busca reducir la inversión en materiales, optimizando los costos de almacenamiento. Es una tarea que apuesta a implementar diferentes sistemas de comunicación que puedan reportar informes detallados sobre los inventarios. Y, finalmente, la gestión de stock busca conocer el volumen de pedidos para poder establecer un correcto equilibrio entre la existencia de pedidos y las necesidades de la empresa.
¿Qué es la gestión de stock y cómo se diferencia de la gestión de almacén?
Ya hemos visto con anterioridad a qué nos referimos cuando hablamos de gestión de stock. Sin embargo, la gestión de stock no es lo mismo que la gestión de almacenes. Cuando hablamos de almacenes estamos haciendo referencia a un espacio amplio en el que se llevan a cabo tareas de depósito. Para poder funcionar, los almacenes necesitan de una estructura que puede variar de acuerdo con las necesidades de cada caso.
Teniendo esto en cuenta, podemos decir que la gestión de almacenes es una tarea que se basa especialmente en las operaciones y los flujos logísticos vinculados con el almacén en particular. En cambio, la gestión de stock no se trata solamente de ver cómo los productos y mercancías se movilizan de un sitio a otro, sino que son necesarias otras tareas como son el inventario, la administración, el trabajo con proveedores, entre otras cosas.
Los modos más comunes de gestión de stock
Como hemos podido ver el control y gestión de stock es algo muy importante para empresas de todos los sectores, independientemente incluso del volumen de materiales con que trabajen. Esto ha llevado a que se desarrollen diferentes modalidades para afrontar esta necesidad. A continuación, vamos a ver algunos de los principales modelos de gestión de stock que existen actualmente y que se pueden implementar.
El modelo ABC
Siendo uno de los más implementados hoy en día, el modelo ABC se basa especialmente en agrupar las distintas mercancías por grupos que son establecidos teniendo en cuenta la demanda de productos. En este sentido, el Grupo A suele estar compuesto de los productos que tienen mayor demanda y que, por tanto, tienen una mayor movilidad respecto del almacén.
El grupo B, por su parte, suele incluir a los productos que tienen una demanda menor y que, por tanto, son capaces de ocupar zonas un poco más retiradas debido a que el acceso a ellas tiende a ser ocasional. Finalmente, el grupo C agrupa a las mercancías que tienen la menor demanda y por lo cual es menos frecuente que se deba acudir a ellas.
El modelo just in time
Otro de los modelos más comunes es el que se conoce como “just in time”. Es un modelo centrado particularmente en la demanda. Es el caso cuando un comercio indica que fabrica posteriormente a la realización del pedido o compra, lo que no solamente permite ahorrar dinero en materiales que no van a utilizarse, sino también en espacio de almacenamiento.
El modelo FIFO
Este modelo se utiliza especialmente para los productos que tienen un carácter perecedero. Como tal, lo que hace es cuidar que los productos que entraron en primer lugar sean también los primeros en salir, para evitar que puedan superar su fecha de caducidad.
El modelo LIFO
Finalmente, otro de los modelos comúnmente utilizados es el LIFO. Se diferencia sustancialmente del anterior, indicando que el primer producto en salir es el que entró a lo último. Esto es algo que se hace especialmente en los sitios que tienen una gran cantidad de pedidos, para poder agilizar las tareas y el cambio de mercancías.
Ya hemos visto las diferentes opciones de gestión de stock y la importancia que esta tarea tiene para el flujo de la cadena de suministros en la actualidad. Sin embargo, las nuevas tecnologías han abierto nuevas posibilidades para estos sectores. Hoy, es posible acceder a un software de gestión logística para poder alcanzar una gestión de almacenes y una gestión de stock eficaces, optimizando el trabajo de la empresa y, por tanto, reduciendo costos y satisfaciendo al cliente. Una alternativa en este sentido es el software de gestión de almacenes Alier SGA de Aliernet.